Yo seguía amigurumiando y siempre andaba por ahí el típico amigo desafiante, en este caso Victor, que me pedía que a él le hiciera "el cochino jabalí".
Y, claro!, después de la Chanchita, se me fue ocurriendo cómo podía conseguirlo.
No quedó tan mal no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario